
«¿Está enfermo alguno entre ustedes?. Llame a los presbíteros de la Iglesia, que oren sobre él y le unjan con óleo en el nombre del Señor: Y la oración de la fe salvará al enfermo y el Señor hará que se levante y si hubiera cometido pecados, les serán perdonados» (St 5, 14-15)
El Sacramento de la Unción de Enfermos confiere al cristiano una gracia especial para afrontar las dificultades propias de una enfermedad grave o vejez. Es el recurso, que ayuda al cristiano a poder sobrellevar con fortaleza y en estado de gracia un momento delicado en la vida, de tal manera que, fortalece en momentos difíciles y, en caso de mayor gravedad, prepara su cuerpo y su alma para el tránsito a la Casa del Padre a través de la muerte.
La Unción de enfermos se conocía antes como «Extrema Unción», pues sólo se administraba «in articulo mortis» (a punto de morir). Sin embargo, hoy se le ha cambiado la denominación, que es más ajustada a lo que realmente es: acudir a Dios cuando físicamente uno puede estar más necesitado, sin que necesariamente corra peligro la propia vida. De hecho es un sacramento de “vivos”.
Catecismo de la Iglesia Católica1520 Un don particular del Espíritu Santo. La gracia primera de este sacramento es un gracia de consuelo, de paz y de ánimo para vencer las dificultades propias del estado de enfermedad grave o de la fragilidad de la vejez. Esta gracia es un don del Espíritu Santo que renueva la confianza y la fe en Dios y fortalece contra las tentaciones del maligno, especialmente tentación de desaliento y de angustia ante la muerte (cf. Hb 2,15). Esta asistencia del Señor por la fuerza de su Espíritu quiere conducir al enfermo a la curación del alma, pero también a la del cuerpo, si tal es la voluntad de Dios (cf Cc. de Florencia: DS 1325). Además, «si hubiera cometido pecados, le serán perdonados» (St 5,15; cf Cc. de Trento: DS 1717).
1532 La gracia especial del sacramento de la Unción de los enfermos tiene como efectos:
- la unión del enfermo a la Pasión de Cristo, para su bien y el de toda la Iglesia;
- el consuelo, la paz y el ánimo para soportar cristianamente los sufrimientos de la enfermedad o de la vejez;
- el perdón de los pecados si el enfermo no ha podido obtenerlo por el sacramento de la penitencia;
- el restablecimiento de la salud corporal, si conviene a la salud espiritual;
- la preparación para el paso a la vida eterna.
Para solicitar la Unción de los enfermos:
Teléfono: 2368 2395