La ciudad de Guatemala ha aumentado considerablemente su población en las últimas décadas, lo cual ha dado lugar a una gran expansión territorial que incluye los cuatro puntos cardinales, pero particularmente el sur. En uno de los sectores de esta área se ha desarrollado una zona de innegable progreso turístico, hotelero y de selecto comercio. Al final de este perímetro urbano se encuentra la Avenida de las Américas, denominada así por estar destinada a honrar a los países americanos y contar con plazoletas y escudos distintivos de estos países hermanos y de sus próceres.
Hace relativamente poco tiempo, esa zona, que actualmente está llena de bellos monumentos, magníficos edificios de apartamentos y chalets con jardines preciosamente cultivados, no contaba sino con unas cuantas casas y algunos proyectos de urbanizaciones. Pero, los Padres Agustinos, que ya se habían establecido en Quezaltenango y Totonicapán, visualizaron el futuro del mencionado sector, que actualmente cuenta con parte de las zonas 13 y 14 de la capital y decidieron establecer allí una comunidad. Esta realización culminó en el sector denominado Bella Aurora, hace exactamente veinte años.

En agosto de 1960, el Señor Arzobispo de Guatemala, a instancias de los Padres Agustinos Recoletos, facultó a dicha comunidad para erigir la Iglesia, según Decreto 360 de la Curia Eclesiástica. Contando ya con la autorización necesaria, ia Comunidad Agustiniana puso manos a la obra y el 16 de mayo de 1961 el Reverendo Padre, Saturnino Sotil (q.e.p.d.), firmó la escritura de compra de un terreno de 4,000 varas cuadradas con tal objeto.
Ya había pues, tierra para edificar la Iglesia, que dedicarían al Apóstol San Judas Tadeo, pero quedaba aún un larguísimo camino por recorrer.
El 11 de noviembre de 1961, llegaron a la capital, los hermanos Antonio y Alfonso Tabar, quienes iniciaron las obras de construcción de la Iglesia. Estas obras se prolongaron hasta finales de 1966. Muy difíciles fueron los comienzos, pero las dificultades se atenuaron con la colaboración y el entusiasmo de los entonces escasos residentes del aludido sector.
El entusiasmo de los residentes fue acrecentándose día a día y se creó el primer Comité Pro-Construcción de la «Iglesia Católica de San-Judas Tadeo de la Colonia Bella Aurora», integrada en la forma siguiente: Presidenta: Sonia Ibargüen de Mendoza; Vice-Presidente: Reverendo Padre Alfonso Tabar Razquín; Secretaria: Elena Ber-ger; Pro-Secretaria: Marta Berger; Tesorera: Isabel Sánchez de Selle; Pro-Tesorero: James Quiñónez, \ Voca¬les: Ricardo Schippers, Emilio Arnau, Dr. Roberto Arroyave y Rosalío Herrarte, cuya formación y funciona¬miento, fue autorizado por la Gobernación Departamental de Guatemala, el 16 de febrero de 1962. La primera parte de la obra se había llevado a cabo al levantar una capillita provisional en el predio mencionado, situado en la Décima Calle y Avenida de las Américas, Zona 14. Se comenzó a celebrar la Santa Misa los domingos y días festivos a las 8 y a las 10 a.m., en la llamada Capilla o Iglesia de la Colonia Bella Aurora, modestamente hecha de madera y láminas de zinc.

Los esfuerzos realizados por la Comunidad Agustiniana y los feligreses asistentes a la pequeña capilla, dieron pronto sus frutos. El fervor, el trabajo y la dedicación, dio como resultado que el 30 de octubre de 1966, el Arzobispo de Guatemala, Monseñor Mario Casariego, emitiera el Decreto que creaba la Parroquia de San Judas Tadeo, encomendada a los Padres Agustinos Recoletos y la cual abarcaba las zonas 13 y 14, a ambos lados de la Avenida de las Ama¬neas, desde el Obelisco (Monumento a los Próceres de la Independencia de Guatemala) hasta la Dieciséis Calle. Sin embargo, por gestiones hechas ante el Señor Arzobispo, Cardenal Casariego, fue ampliada hasta el final de la A-venida de las Américas o sea la Plaza Berlín, y que es la que corresponde a la zona territorial de la Parroquia, actualmente.
El primer Párroco fue el Reverendo Padre Francisco de Carlos, quien fungió como tal hasta el mes de noviembre de 1967, fecha en que le sustituyó el Reverendo Padre Jesús García. El hecho de que se creara la Parroquia de San Judas Tadeo, dio nuevos bríos a los miembros de la ya ahora comunidad parroquia! y se iniciaron las gestio¬nes para erigir el templo en forma permanente. Después de algún tiempo, el 25 de julio de 1967, Monseñor Mario Casariego, Arzobispo de Guatemala, bendijo la primera piedra del nuevo templo.
Grande era la alegría de sacerdotes y feligreses al ver como se adelantaban los trabajos de construcción del templo, ladrillo por ladrillo, hasta la colocación del techo. Así se encontraba el templo en el mes de diciembre de 1968. El 24 de diciembre, el Párroco decidió celebrar la misa del «gallo» en la nueva iglesia. Para el efecto, se .cubrió el suelo de pino, ya que éste era de tierra, se improvisó un altar y se celebró la primera misa. Había un frío intenso, pero a los fieles no les importaba, ya que la satisfacción del logro era superior a la temporal incomodidad física. Poco a poco se fue levantando la escalinata, el atrio, las puertas, etc., hasta que, después de dos años de un trabajo constante y agotador, el 3 de agosto de 1969 se inauguró el nuevo templo. Era Párroco él Reverendo Padre Jesús García. Ese día amaneció lloviendo; sin embargo, a las diez de la mañana, hora señalada para la bendición del templo, el cielo estaba completamente despejado. El Cardenal Arzobispo de Guatemala no pudo asistir a la bendición, lo sustituyó Monseñor Luis Manresa y Formosa, Obispo de Quezaltenango. El tem¬plo estaba lleno de feligreses que querían participar en tan memorable acto. Después de la bendición, el Obispo Manresa ofició una misa con la colaboración de los Padres Eloy Corres y Adrián Alonso, así como del Párroco Reverendo Padre Jesús García.

Todavía quedaba mucho por hacer; se había contraído una deuda bancaria para poder construir el templo y además se deseaba concluir todo el complejo arquitectónico que comprendía además del templo, la Casa Parroquial, un salón social, un despacho, salas de recibo y de conferencias.
A estas nuevas obras se les dio comienzo y para ello bendijo la primera piedra Monseñor Ricardo Ham, Obispo Auxiliar de Guatemala, el 20 de febrero de 1971
(Tomado del folleto: Parroquia San Judas Tadeo. Un anhelo en marcha. 1959-1979)

Cincuenta aniversario y obras de remodelación
Con el paso del tiempo hubo que hacer diversas obras en el templo, especialmente en la cubierta y en el piso.
Al acercarse la celebración de los 50 años los feligreses veían la necesidad de hacer una intervención profunda tanto en el interior del tempo como en el exterior. Además había una gran demanda de contar con una capilla de adoración al Santísimo, pues se había comenzado esta práctica en un local alquilado y exterior a la parroquia.
Al presentar el proyecto los feligreses reaccionaron con alegría y se dispusieron a colaborar económicamente con un proyecto de tal envergadura
En el interior del templo: cambio del piso, tratamiento a la madrea tanto de las bancas como de los confesionarios, limpieza de la pared, remodelación del presbiterio…
En el exterior: construcción de la capilla de Adoración al Santísimo y remodelación del parqueo.
Las obras comenzaron el día 1 de agosto de 2017 y se culminaron el 31 de agosto de 2018, al cumplirse cincuenta años de la inauguración del templo

Mi parroquia
Mi parroquia está compuesta de personas como yo
Yo ayudo a hacerla lo que es.
Será amable, si yo lo soy.
Sus bancos estarán llenos, si yo ayudo a llenarlos.
Realizará una gran tarea, si yo trabajo.
Será orante, si yo rezo.
Hará generosos donativos a muchas causas, si yo soy donante generoso.
Atraerá a otros a rezar, si yo los traigo.
Será una parroquia de ambiente solidario y de cariño, de confianza y fe,
de compasión, caridad y misericordia,
si yo, que la hago ser lo que es, estoy lleno de esos mismos sentimientos.
Por eso, con la ayuda de Dios, voy a consagrarme a la tarea
de ser todo lo que querría que fuera mi parroquia.